CANCÚN, QUINTANA ROO. Desde lo lejano de nuestro país, es común identificar a Cancún como territorio exclusivo, un paraíso lleno de hoteles y facilidades dispuestas para el confort, el descanso y el turismo en la maravillosa costa de la Rivera Maya. Un lugar donde el trabajo rotario sería limitado. Nuestra visita como parte del Programa IGE nos brindó un gran regalo para nuestro espírítu y una visión más amplia del México, del Rotary y del mundo.
Después de la comida, fuimos invitados por nuestro anfitriones de Cancún a participar en una entrega de sillas de ruedas. El sencillo pero muy emotivo acto, nos brindó una enriquecedora oportunidad de servicio en el Centro Comunitario Rotario de Cancún. Para cumplir con el programa diseñado por los Clubes rotarios cancunenses, visitamos las instalaciones del Centro Comunitario Rotario,a sentado en un sector popular pleno de gente humilde y trabajadora de Cancún, donde conocimos la obra rotaria en directo, los servicios que prestan y los planes que tienen de serguir creciendo y construyendosoluciones para ayudar a cada vez mas cancunenses.
En cuanto a las sillas de ruedas de última generación que estaríamos entregando, nos comentaron que provienen de un mecanismo de Rotary denominado Subvención Compartida, mecanismo óptimo de hermanamiento de clubes del mundo, con lo cual se logran recursos que permitan dotar a centros de este tipo, que beneficien a las comunidades. En este caso, las sillas de ruedas provienen de una subvención compartida entre el Distrito 4200 y el Distrito 5870 Central Texas y la Wheel Chair Foundation de los Estados Unidos de Norteamérica.
El contacto con las señoras beneficiarias y sus familares fue ciertamente emotivo y más que gratificante. Una de ellas, quien perdió la vista progresivamente, como consecuencia de la degeneración de su retina por Diabetes, al acercarnos y conversar con ella me dijo: "ustedes son venezolanos, verdad?" ante mi sorpresa por lo repentino de su apreciación, y le pregunté que cómo lo sabía y me dijo: "Es que debido a mi problema de visión, paso mi tiempo escuchando frente al televisor muchas telenovelas de tu país y me gusta mucho escucharlos, ustedes hablan muy diferente." Lllamó mi atención ese afecto con el que se refería al aspecto de la diferencia entre acentos, lo cual me hizo pensar en los que nos caracteriza como hermanos que compartimos un idioma, pero que ese origen común y esa fraternidad va mucho mas allá. Por analogía, puede recordar la labor de mi club entregando juguetes y haciéndo felices muchos niños especiales, pude ver tambien en México un club entregando sillas de ruedas o algun otro construyendo un pozo de agua en África, la universalidad de Rotary no tiene fronteras porque la vocación de servicio, asi como los problemas, son universales y los rotarios podemos ser y somos ejemplo en el mundo, para que con nuestro ejemplo, construir una sociedad mas justa y mas humana.
La otra señora con similares limitaciones motoras, nos llenó de emoción cuando con lágrimas en sus ojos nos dijo: "es que a mi nunca nadie me ha regalado nada!..todo lo he trabajado! Es muy bonito, recibir esta silla de ruedas que me ayudará a mi familia y a mi a tener una mejor forma de vivir. Me siento agradecida, le doy gracias a los rotarios por dárme esta alegría, que Dios se lo pague".
Al salir de nuestro país y conocer otras culturas, nos damos cuenta de lo particular de lo propio, y al mismo tiempo de los común en la diferencia. En otras latitudes, lo cotidiano, ese día a día en nuestro país, adquiere otro sentido. Quizas porque como dice San Agustín citado en el Manual del participante del IGE: "El mundo es como un libro, y aquellos que no lo recorren, no pasan de la primera página". Antes de llegar a este lugar pensaba que mexicanos y venezolanos éramos parecidos, pero realmente me di cuenta que lo que somos es igualitos: Hace 500 años la irrupción española con Cortés y Colón sobre nuestros territorios y culturas que permaneció. Hace 200 años con el movimiento político libertador post napoleónico, asociado con los sacerdotes Hidalgo en México y Madariaga en Venezuela. Hace 100 años, la revolución mexicana y la democracia. A pesar de los caminos que han tomado los gobiernos, compartimos mucho de esa herencia y mixtura indo-hispana que nos caracteriza y nos hace reconocernos y sentir afecto con solo un intercambio de palabras.
A pesar de las diferencias de forma, seguimos teniendo el mismo corazón latinoamericano que irriga nuestras sociedades y simultáneamente, prensenta necesidades y germina generosidades y servicio en cada una de nuestros territorios, que al final no son mas que la gran patria Latinoaméricana.
Es nuestra obligación como humanos y es especial como rotarios, identificar problemas en las comunidades sean aquellos que la sociedad ha olvidado, no ve, o esta en lista de espera para que algún sector los atienda. Activarnos y apalancarnos con los mecanismos de Rotary, producto de años de experiencia debe ser nuestro rol permanente, dando cada vez mas de nosotros en favor de las personas que mas lo necesiten. Rotary dispone de muchos mecanismos, pero el mas importante de todos esa imperiosa necesidad que observamos en los rotarios, de siempre estar buscando cómo, cuando, dónde y a quien ayudar, no importa lo que cueste, ni dónde esté, ni que tanto esfuerzo haga falta para lograrlo, lo importante es la misión de llevar alegría a la humanidad. Al finalizar, sentí como nuestro espíritu resulto fortalecido, orgullosos de ser parte de Rotary y agradecidos por permitirnos experimentar la gran satisfacción que brinda el ser útil, el servir al prójimo, el dar de sí antes de pensar en sí.
Hugo Javier Sánchez
IGE Venezuela-Mexico 2010
D4380 to D4200
HUGOSANCHEZ11@GMAIL.COM
